A los españoles nos encanta comer fuera de casa y sobre todo en León, conocida por sus grandes y sabrosas tapas. Esta tradición se remonta al siglo XIII cuando le recomendaron al rey Alfonso X que bebiera vino acompañado de un poco de comida, ya que estaba enfermo por lo que obligó a todos los taberneros a ofrecer comida junto con la bebida.

Y desde entonces salir a tomar algo después del trabajo se ha convertido en parte de nuestra cultura.

Los bares, esos sitios que tanto nos gustan, se han convertido en el mejor lugar de reunión, con los amigos, familia, aquellas personas con las que nos reímos, planificamos las vacaciones, cuentas como te ha ido el día, cualquier anécdota del pasado mientras brindas por todas esas cosas buenas y las que están por venir.

También son el punto de partida de cualquier noche de fiesta, ya que a nosotros se nos da muy bien improvisar y en las noches en las que no planificas nada son las que mejor te lo pasas.

Salir de bares es algo muy nuestro y nunca sabes como va a acabar ni a que hora.

Los mejores momentos se disfrutan de la forma más sencilla, elige un bar, elije la compañía y pide Perdón.